
Nuestra misión es practicar
Somos un estudio de yoga en un jardín en altura, un oasis de naturaleza en medio de la ciudad. ofrecemos atención personalizada y una experiencia única con:
La sensación al subir a La Nave es parecida a irte de viaje: ponés en pausa el ruido externo, para priorizarte y estar presente.
Subite a La Nave y comenzá tu viaje de bienestar.
¡Te esperamos a bordo!
En La Nave, encontrarás el estilo de yoga ideal para vos. Ya sea que busques una práctica dinámica como Power Yoga, una experiencia restauradora con Yin Yoga o un enfoque integral con Yoga Postural, todas nuestras clases te guiarán en un viaje de autoconocimiento y bienestar.
A través de secuencias inteligentes y progresivas nos tomamos el tiempo suficiente para profundizar en la movilidad, distintas acciones musculares, la flexibilidad y el equilibrio, siempre con atención a la respiración consciente, como así también a la práctica de la quietud y la meditación.
La Nave es un espacio cálido y sereno diseñado para inspirarte. Aterrizó en un jardín en lo alto de Colegiales, rodeada de naturaleza, para ofrecerte una experiencia exclusiva y única en tu práctica de yoga.
El estudio recibe la energía del sol, la luz natural y la magia de los atardeceres creando un ambiente sereno e inspirador para tu práctica.
Sus grandes ventanales se abren a un jardín con huerta de plantas aromáticas, despertando tus sentidos y conectándote con la naturaleza.
La calidez de la madera que reviste todo el espacio, crea un ambiente único y natural para tu práctica de yoga.
Agustina Gielis, fundadora del estudio y pilota de La Nave, junto a un equipo de talentosas instructoras, te acompañarán en un viaje de autoconocimiento y bienestar.
Todas ellas, apasionadas y en constante formación, te brindarán herramientas para profundizar en tu conexión con el cuerpo, la respiración y la mente. Cada una con su propia aproximación al yoga, hacen de La Nave un espacio diverso y enriquecedor.
Te invitamos a leer algunas de las experiencias que nos han ido compartiendo a lo largo de los años quienes se subieron a La Nave y practicaron yoga junto a nosotras..
La práctica en La Nave fue para mí, un lugar de encuentro con mi cuerpo y espíritu, me ayudó a soltar la cabeza y a atener paz y concentración en el día a día. El yoga me ayuda a escucharme, y escuchar a los otrxs, saber que necesito para mi tranquilidad en tiempos de conexión o des-conexión. La Nave ya existía pero ahora se materializó por fuera de lo virtual, y es hermoso. ¡Gracias Agustina!
Hermosa experiencia. El lugar es lo más lindo que vi. La profe es excelente.